El Centro de Creación Contemporánea de Córdoba




Llevo un par de semanas dándole largas pero no lo puedo evitar y una vez más voy a hacer amigos con el blog. Y es quiero reflexionar sobre el ya largo historial de polémicas del edificio conocido como C4. Apenas hace unas semanas se anunció que el centro por fin iba a echar a andar como centro de creación contemporánea y además como nueva sede de la Filmoteca de Andalucía. Una noticia que provocó la enésima polémica del proyecto y protestas entre los cinéfilos cordobeses por la posible pérdida del espacio de la Filmoteca en la Judería. Aunque increíblemente para sorpresa de muchos, el lobby de artistas cordobeses no dijo ni mu. Sin estar aún inaugurado, este edificio acumula un largo rosario de problemas y polémicas que voy a intentar resumir para los que les interese o simplemente para aquellos que tienen mala memoria. 

Todo empezó allá por un ya lejano 2003, cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, prometió la construcción de un gran contenedor cultural como apoyo de la Junta al proyecto cordobés de Capital Cultural de Europa en 2016. La institución andaluza convocó un concurso de ideas internacional que ganaron los arquitectos Sobejano y Nieto, iniciándose las obras en 2009 y finalizándose el edificio en 2013, aunque su urbanización se demoró dos años más por las pugnas entre Ayuntamiento y Consejería.

En cuanto a su uso nunca estuvo muy claro. La propuesta del hoy expresidente de la Junta era la de un gran contenedor cultural. Una definición ambigua pero que fue muy bien recibida ya que Córdoba no contaba con un gran espacio expositivo de ningún tipo. Durante su construcción se lanzaron diferentes ideas, desde un sector de la ciudad capitaneado por la Universidad de Córdoba se propuso comprar la colección de arte de Pilar Citoler para ubicarla en este espacio. Unos años antes, a esta prestigiosa coleccionista zaragozana se le había dedicado un importante premio de fotografía contemporánea en la ciudad y se le organizó una macro exposición con su colección. Esta necesito de cinco salas cordobesas. Pero un grupo de artistas, que antes habían valorado mucho esta colección, presionó lo indecible para que esta idea no se materializara, ya que el C4 tenía que ser un espacio únicamente para la creación contemporánea e incluso se desprestigió públicamente la calidad de esta colección.

En mi modesta opinión, es cierto que la colección Citoler es irregular, aunque lo había sido siempre, pero su precio era asequible, se habló de un millón de euros. Además nos venía muy bien ya que la provincia no posee ningún museo con obra contemporánea de nivel y ni que decir tiene que hubiera sido una importante primera piedra para crear con una colección más ambiciosa. Pero no, el ahora Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, ese increíble edificio de más de 18 millones de euros, sólo podía ser dedicado para la creación. Algo muy interesante, pero que digo yo que se podía haber ubicado en una nave industrial a un precio muchísimo más asequible. Bueno con la pérdida de la Capitalidad no pudo ser, ni en el C4 ni en ningún otro sitio, y perdimos la colección, que podía haber ocupado una parte del espacio como colección permanente. La Citoler voló a Zaragoza, donde si la valoraron. Ya se sabe, los cordobeses somos más exquisitos que los maños.

Desde entonces, el grupo de presión de artistas ganó la partida y su uso quedó definido. Pero la vacas flacas y un fallido concurso para elegir a su director ha generado una importante y carísima patata caliente a la Junta de Andalucía que no ha podido abrir aún este maravilloso edificio. Pero los creadores cordobeses ya están contentos, porque aunque les hayan colado la Filmoteca, la semana pasada se anunció que ya tienen lo que querían, un proyecto creativo para desarrollar en su cacho de C4. 

Aunque eso si, los cordobeses, que somos los lo vamos a pagar con nuestros impuestos, aún no sabemos cuanto nos va a costar y que es lo que vamos a tener a cambio. Algo que al menos a mi, un modesto fotógrafo sin ambiciones sobre este espacio, me parece un auténtico disparate. En fin el tiempo dirá, pero como esto del arte es cosa de cuatro locos al final na de na.




Comentarios

  1. Está bastante claro, otro macroproyecto del que tenemos ejemplos parecidos, el Palacio del Sur, ese nos costó sólo el proyecto, los viajes, la modificación, etc. ¿Cuánto nos costará este?

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